GASTRONOMIA

Picarones caseros: el imperdible dulce para acompañar el frío invernal

Revisa cómo realizar esta preparación fácil y perfecta para el frío.

Cuando el frío aprieta y las tardes se hacen más cortas, lo que más se antoja es un buen bocado caliente, dulce y reconfortante. Y aunque las sopaipillas pasadas suelen ser las reinas del invierno (puedes revisar nuestra receta aquí), hoy te proponemos una alternativa igual de tradicional y aún más golosa: los picarones caseros pasados.

Esta receta es ideal para compartir en familia, aprovechar ese zapallo que quedó en el refrigerador, y disfrutar sin culpas. Sigue este paso a paso fácil y disfruta de este clásico que nunca falla.

Receta fácil de picarones (15 unidades aprox.)
Ingredientes para la masa:
  • 1 taza de zapallo cocido y hecho puré
  • 2 tazas de harina
  • 1 cucharada de canela molida
  • 2 cucharadas de azúcar o 1 de sucralosa
  • 5 g de levadura
  • 1/2 taza de leche tibia
  • Aceite para freír
Para la salsa de chancaca:
  • 1 pan de chancaca
  • 2 tazas de agua
  • 3 clavos de olor
  • 1 palito de canela
  • 1 cucharada sopera de maicena
Preparación

En un bol mezcla la leche tibia con 3 cucharadas de harina, una cucharada de azúcar y la levadura. Revuelve bien y deja reposar por 15 minutos a temperatura ambiente.

Una vez pasado el tiempo, agrega el resto de los ingredientes, incluyendo el puré de zapallo, y mezcla hasta obtener una masa pegajosa. Cubre con papel film y deja reposar durante 30 minutos.

En una olla junta la chancaca, el agua, los clavos de olor y la canela. Lleva a ebullición y luego añade la maicena previamente disuelta para espesar la mezcla. Cocina hasta obtener una textura densa.

Calienta abundante aceite en una sartén a temperatura media-alta (180 °C aprox). Unta tus manos con aceite, toma porciones medianas de masa, forma un anillo con un agujero al centro (como una dona) y fríe por 3 minutos por lado, o hasta que estén dorados.

Una vez listos, sumerge los picarones en la salsa caliente durante al menos 30 minutos para que se impregnen bien.

Sirve caliente y disfruta con una taza de té o café. Perfectos para una tarde de invierno o una sobremesa familiar. ¡Una tradición que endulza el alma!

CHH