Un estudio realizado por Sercotec reveló que cerca del 40 % de los emprendimientos en Chile no logran superar su tercer año de vida. Esto evidencia una urgente necesidad de mejorar la gestión financiera temprana en las pymes.
Este dato es especialmente relevante para cualquier emprendedor que esté comenzando un negocio, pues indica que las empresas no solo deben preocuparse de generar ventas, sino también de incorporar planificación financiera desde el inicio.
“Se puede vender mucho, pero sin planificación financiera es difícil sobrevivir en el largo plazo”, señala el CEO de la startup chilena FieldBeat, Rodrigo Pavón.
El inicio de una empresa suele estar marcado por la búsqueda de ventas, validación de público objetivo y desarrollo de mercado. Sin embargo, muchas veces queda en segundo plano el control de gastos, el monitoreo del flujo de caja y la evaluación de rentabilidad, tres componentes esenciales para tomar decisiones informadas y evitar desbalances que pueden comprometer la continuidad del proyecto. Aunque parezca lógico, es de suma importancia no gastar más de lo que ingresa.
“Uno de los errores más comunes consiste en mezclar las finanzas personales con las del negocio: abrir una empresa y usar la misma cuenta bancaria, asumir los gastos diarios personales a través de la caja de la empresa o no llevar una contabilidad separada”, añade Pavón.
Asimismo, destaca que otros errores comunes son no proyectar las obligaciones mensuales, como impuestos, remuneraciones o pagos a proveedores. Por lo anterior, la recomendación es priorizar costos fijos bajos en los primeros años de operación y buscar asesoría contable o financiera una vez validado el modelo de negocio.
“Externalizar la contabilidad a tiempo resulta altamente rentable, ya que permite a la empresa enfocarse en fortalecer la propuesta de valor y escalar las ventas, mientras un especialista registra los movimientos contables mensuales, genera proyecciones financieras y, lo más importante, recomienda acciones que permitan garantizar un crecimiento ordenado sin riesgos que puedan comprometer la viabilidad del negocio”, concluye.
