En la madrugada de este martes, el canciller de Irán, Abbas Araghchi, desmintió públicamente a Donald Trump a través de su cuenta en X, asegurando que el tan comentado “acuerdo de paz” entre su país e Israel nunca había existido. Sin embargo, con el correr de las horas, el escenario cambió, ambas partes terminaron confirmando un alto al fuego.
Por parte de Israel, el anuncio fue claro, “tras el logro de los objetivos de la operación, y en plena coordinación con el presidente Trump, Israel ha aceptado la propuesta presidencial de un alto al fuego bilateral”, se indicó la noche del martes.
Del lado iraní, la información fue replicada por la agencia EFE, que citó al máximo organismo de seguridad nacional del país persa, señalando que “se impuso un alto al fuego al enemigo sionista”, aunque advirtiendo que responderían si se violaba el acuerdo.
Confusión sobre ataques posteriores
A pesar de que el alto al fuego había sido anunciado por Trump el lunes, el ejército de Irán aseguró este martes que Israel realizó tres oleadas de ataques en su territorio hasta las 09:00 hora local. “El régimen sionista llevó a cabo tres oleadas de ataques en sitios del territorio iraní”, afirmó un portavoz de las fuerzas armadas iraníes, sin entregar más detalles.
En respuesta, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, acusó a Irán de haber lanzado misiles previo a que entrara en vigencia el cese al fuego, y aseguró que su país actuaría en consecuencia si se rompía el pacto.
Trump vuelve a intervenir
En medio de la tensión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intervino nuevamente a través de su red social Truth Social.
“ISRAEL no va a atacar a Irán. Todos los aviones darán la vuelta y regresarán a casa, mientras realizan un saludo amistoso a Irán. Nadie resultará herido, ¡el alto el fuego está en vigor!”, señaló el mandatario.
A modo de advertencia final, Trump añadió que “¡IRÁN NUNCA RECONSTRUIRÁ SUS INSTALACIONES NUCLEARES!”
La situación sigue siendo tensa, con un acuerdo en papel, pero con la desconfianza latente entre las partes. El mundo observa con atención los próximos movimientos de dos países que, pese al cese de fuego, continúan en un delicado equilibrio.