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Gabriel Boric y Paula Carrasco celebran el nacimiento de su hija Violeta: un hito en la historia presidencial de Chile

El mandatario será el primer presidente en tomar posnatal masculino, marcando un precedente en corresponsabilidad parental desde La Moneda.

Este miércoles 25 de junio nació Violeta Boric Carrasco, hija del presidente Gabriel Boric y su pareja, Paula Carrasco, en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, también conocido como J. J. Aguirre. El hecho marca un hito en la historia del país, ya que hace más de 95 años que un presidente chileno no era padre durante su mandato.

El último mandatario en experimentar la paternidad mientras ocupaba La Moneda fue Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931), quien fue padre por tercera vez en 1928 y nuevamente en 1930, siendo este último nacimiento ocurrido en el mismo Palacio de Gobierno.

El primer posnatal presidencial

Otro hecho inédito es que el presidente Boric hará uso del posnatal masculino, convirtiéndose en el primer jefe de Estado chileno en hacerlo. La legislación vigente otorga cinco días hábiles pagados a los padres con contrato de trabajo activo (sin importar antigüedad ni estado civil) que pueden tomarse de manera continua desde el nacimiento o distribuirse dentro del primer mes.

Desde La Moneda aseguran que ya está todo dispuesto para que el mandatario pueda tomarse sus días con tranquilidad y vivir plenamente esta nueva etapa. Durante ese período no tendrá actividades oficiales, aunque se mantendrá conectado virtualmente con su equipo.

Pese a esta pausa temporal, el presidente mantiene su agenda ciudadana y viajará este fin de semana a Punta Arenas, donde cumplirá con su deber cívico al votar en las primarias presidenciales. Hasta ahora, el viaje no ha sido cancelado.

Felicitaciones transversales

Diversos precandidatos presidenciales no tardaron en reaccionar al nacimiento de Violeta, compartiendo mensajes de felicitación en sus redes sociales.

Aquí algunos de los mensajes destacados en la red social X:

La llegada de Violeta Boric no solo marca un momento íntimo y familiar, sino también un hito histórico y un paso simbólico hacia la normalización de la corresponsabilidad parental incluso en las más altas esferas del poder.

CHH