Este martes 8 de julio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de imponer un arancel del 50 % a las importaciones de cobre. La declaración fue realizada durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, en el marco de nuevas medidas de corte proteccionista impulsadas por su administración.
Aunque no se entregaron detalles sobre el origen de las importaciones que se verían afectadas, el anuncio generó una inmediata reacción a nivel internacional, especialmente en Chile, siendo el mayor productor mundial del metal rojo.
La incertidumbre se intensificó debido a la falta de precisiones sobre si el gravamen aplicará también a los países con tratados de libre comercio vigentes con Estados Unidos. Chile, que mantiene un TLC con ese país desde 2004, exportó más de US $5.800 millones en cobre al mercado estadounidense durante 2024. Cualquier medida que afecte ese flujo comercial podría tener un impacto económico relevante para la minería nacional.
Una fuerte respuesta de los mercados
Tras conocerse el anuncio, los mercados reaccionaron con fuerza. A las 13:24 horas, la cotización de los futuros del cobre en la Bolsa Comex de Nueva York experimentó un alza de 11,17 %, llegando a los US$5,6 la libra. Se trata del mayor incremento diario en más de medio siglo, lo que refleja el temor de los inversionistas frente a una posible disrupción en la oferta global del metal.
Este aumento de precio se produce en un contexto de alta demanda internacional por cobre, impulsada por el crecimiento de las industrias tecnológicas, energéticas y de infraestructura. La sola posibilidad de una barrera comercial tan severa por parte de Estados Unidos ha sido suficiente para provocar una reacción inmediata en los mercados de materias primas.
El cobre se sumaría al acero y al aluminio
El anuncio de Trump forma parte de una estrategia comercial más amplia que incluye aranceles similares a otras materias primas. En junio, la Casa Blanca activó un gravamen del 25 % al acero y 10 % al aluminio, bajo el argumento de proteger la seguridad nacional. Estas medidas han tensado las relaciones de Estados Unidos con varios de sus socios comerciales tradicionales y han sido duramente criticadas por analistas y sectores industriales afectados.
El presidente estadounidense también confirmó que los nuevos aranceles comenzarán a regir a partir del 1 de agosto de 2025, fecha en la que expira la tregua comercial de 90 días concedida en abril a los países que aún no han alcanzado acuerdos bilaterales con Washington. Trump fue enfático al señalar que no se otorgarán prórrogas y que todos los socios deben adherir a las nuevas condiciones antes de esa fecha.
Se mantiene la atención y sin certezas
Hasta el momento, ni el Ministerio de Hacienda ni el Ministerio de Minería se han pronunciado oficialmente sobre el anuncio. En los próximos días, se espera mayor claridad respecto de si Chile estará dentro del grupo de países exentos, dada la existencia del tratado bilateral de libre comercio.
El cobre representa cerca del 50 % de las exportaciones totales de Chile, por lo que cualquier medida que afecte su acceso a mercados clave como el estadounidense podría tener consecuencias macroeconómicas significativas. En un escenario internacional cada vez más volátil, el anuncio de Trump vuelve a poner sobre la mesa la fragilidad de los acuerdos multilaterales frente a decisiones unilaterales de las grandes potencias.