Este miércoles por la noche, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una proclamación que prohíbe completamente los viajes desde 12 países y restringe parcialmente el ingreso desde otras siete naciones, incluyendo a Venezuela y Cuba, lo que podría afectar a miles de ciudadanos latinoamericanos.
Según detalló la Casa Blanca, la decisión se basa en razones de seguridad nacional y forma parte del “cumplimiento de una promesa de campaña” de Trump para “proteger a los estadounidenses de actores extranjeros peligrosos”. Entre los países con prohibición total de ingreso se encuentran Afganistán, Irán, Libia, Sudán, Yemen y Somalia, entre otros. En tanto, las restricciones parciales aplicarán a ciudadanos de Venezuela, Cuba, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán.
La medida, que entra en vigencia a las 00:01 del próximo 9 de junio, contempla excepciones para residentes permanentes legales, personas con visas vigentes y quienes puedan demostrar que su ingreso responde a intereses nacionales de Estados Unidos.
Desde la administración Trump aseguran que los países incluidos en esta proclamación presentan fallas en los sistemas de verificación de identidad, altos niveles de permanencia ilegal o falta de cooperación en materia de seguridad.
Cabe destacar que esta nueva política fue firmada pocos días después de un ataque antisemita en Boulder, Colorado, hecho que habría acelerado la decisión presidencial, según informó un funcionario de la Casa Blanca.
Esta no es la primera vez que Trump aplica medidas de este tipo. Durante su primer mandato, impuso una controvertida prohibición de ingreso a ciudadanos de países de mayoría musulmana, política que fue anulada por el presidente Joe Biden en 2021.
En América Latina, organizaciones migratorias ya han comenzado a expresar preocupación por el impacto de estas restricciones en familias separadas y procesos de reunificación en curso.
